viernes, 15 de octubre de 2010

miércoles, 13 de octubre de 2010

[Yesca] Crónica jornada castellanista organizada por Mesta.

Ana y Anunciación son dos Borobianas que luchan por su tierra, han sufrido mucho pero todavía siguen en pie y nadie les va a parar. Múltiples son los insultos y desprecios que han tenido que soportar. El último episodio de este vergonzoso drama han sido pintadas en su casa amenazándolas de muerte. Además, ver con sus propios ojos como un camión estacionado en frente de la casa de Anunciación era calcinado, o incluso llamadas telefónicas, intentando, sin éxito, persuadirlas de su lucha.

¿Por qué estos actos terroristas? ¿Acaso nos encontramos en Euskal Herria y estas dos señoras pertenecen a la policía autonómica vasca? Ni mucho menos, estamos en Borobia, un pueblo de la provincia de Soria y su único delito ha sido defender su tierra a ultranza; El alcalde del pueblo, Miguel Ignacio Modrego Pardo, perteneciente al Partido Popular, quiere convertir (una vez más) un pueblo Castellano en un cementerio. Su objetivo pasa por la construcción de una mina de magnesita a cielo abierto de casi 8 kilómetros de largo, que pone en peligro toda la biodiversidad contenida en los cauces de los ríos, y el modo de vida de miles de personas.
Según el informe del Grupo de Hidrogeología de la Universidad de Zaragoza, la creación de la mina podría generar daños irreversibles en los acuíferos, afectando negativamente al abastecimiento de agua de diversas poblaciones y a los abastecimientos agrícolas y ganaderos.

Así, un grupo de castellanistas, no muy numeroso pero sí muy comprometidos, nos dirigimos a la localidad Soriana, gente del PCAS, PCAL, Yesca y los organizadores, Mesta, componían la expedición. Porque cuando Castilla nos necesita no importan partidos u organizaciones, debemos estar todos a una y la jornada castellanista de Borobia fue claro ejemplo de ello.

Después de una pequeña visita por el pueblo comenzaron los actos; Amparo García, cantautora Segoviana, abrió con un concierto con letras muy comprometidas con nuestra tierra, hecho que no agradó a más de uno que se encontraba al fondo del lugar donde se dio el concierto, lo cual, no empañó el recital de la natural de Segovia y su dulce voz. Después, se leyó el manifiesto, aunque ya eramos pocos los que quedabamos no nos importó, el "Viva Castilla" con el que finalizó el manifiesto fue gritado por todos como si de mil voces se tratase.

La tarde se nos echó encima y acto seguido se dio paso a la comida popular cortesía de Mesta, amenizada por los relatos de Ana y Nunci, mil y una batallas que han tenido que bregar pese a la oposición y los malos modos de parte del pueblo. Como anécdota, nos contaron que los carteles del acto tuvieron que ser colocados por la noche para evitar que los quitaran. Por último, pusimos rumbo a una antigua mina que el pueblo ya tuvo que soportar hace décadas.


¡No a la mina en Borobia! ¡Si a la vida!

Yesca, la juventud castellana y revolucionaria.